A lo largo de los años, Barbie ha sido mucho más que una simple muñeca; ha sido un reflejo de la evolución social y cultural.
En 2023, la película Barbie se sumó a esta reflexión, utilizando el humor para cuestionar la famosa postura de pie de la muñeca, esa pose eterna de puntillas que le permitió encajar en los altos tacones de sus modelos.
Sin embargo, nuevos estudios sugieren que la postura clásica de la muñeca está cambiando.
Un reciente análisis realizado por investigadores de la Universidad de Monash en Australia revela que las Barbies de hoy en día son menos propensas a adoptar esa postura de puntillas, una transformación que está íntimamente ligada a los cambios en la sociedad y los roles laborales de las mujeres.
La investigación
El estudio, publicado en la revista científica PLOS One, analizó casi 3,000 muñecas Barbie fabricadas entre 1959 y 2024.
La investigación se centró en la postura del pie de las muñecas, pero también incluyó aspectos como la diversidad étnica, la representación de mujeres con discapacidad y, por supuesto, las profesiones de las muñecas.
A través de un sistema clasificador denominado FEET (por sus siglas en inglés), que analiza la Postura del pie, la Equidad, el Empleo y el Período de fabricación, los investigadores encontraron patrones sorprendentes sobre cómo las Barbies han cambiado a lo largo del tiempo.
La caída de los tacones
El análisis reveló que el 60 % de las Barbies producidas recientemente ya no tienen la famosa postura de puntillas. Este cambio, según los autores, refleja una evolución en los roles sociales de las mujeres.
En sus primeras décadas, las muñecas Barbie representaban una visión muy estilizada de la feminidad, con tacones altos como símbolo de la moda. Sin embargo, a medida que Mattel introdujo muñecas con diferentes profesiones y características, la postura de puntillas empezó a desaparecer.
En particular, las muñecas con temática laboral, como la Barbie oftalmóloga o la Barbie científica, eran más propensas a tener pies planos. Por otro lado, las muñecas centradas en la moda y el glamour continuaban con la postura clásica de puntillas, en consonancia con la imagen tradicionalmente asociada al mundo de la alta costura.